MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, 27FEBRERO2024.- Después de un viaje de más de 10 000 km desde el Ártico hasta las tibias y tranquilas aguas del Pacífico mexicano, la ballena gris visita para su apareamiento y reproducción las lagunas de San Ignacio y Ojo de Liebre, en la comunidad de Guerrero Negro. Esta localidad forma parte de la Reserva de la Biosfera del Vizcaíno y fue declarada por el gobierno mexicano santuario de la ballena gris para su protección y conservación desde principios de los años 80s. La especie llegó a ser considerada extinta a principios del siglo XX, tras la caza indiscriminada. En 1947, la Comisión Ballenera Internacional declaró a la ballena gris especie protegida, desde aquella fecha, las poblaciones de ballena gris han experimentado gran recuperación debido a su protección, hasta alcanzar una cifra que oscila entre los 25 000 a 30 000 individuos; sin embargo, la población del océano Pacífico occidental sigue estando muy reducida y esta especie sigue estando considerada como una especie amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN). Cada año, ente los meses de noviembre y mayo, siendo finales de febrero las semanas con mayor avistamiento y presencia. Las ballenas grises constituyen en la actualidad una atracción turística, cientos de visitantes nacionales y extranjeros visitan la Laguna Ojo de Liebre para poder observarla y en algunos momentos poder tocar al cetáceo y sus crias. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
Autor: Adolfo Vladimir
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