2 de junio 2021

CIUDAD DE MÉXICO, 02JUNIO2021.- Todo comenzó hace 22 años para Silvia quien ha convertido su casa en un albergue de perros, el cual lleva por nombre "La casa del Mestizo", ubicado en la colonia Roma. La gran mayoría de los 120 perros que hoy refugia son negros y mestizos, señala que la gente que adopta evita ejemplares con estas características. Para ella no es importante que la gente reconozca su labor, reitera que lo más importante es atender a los perros que rescata, muchos de ellos en lamentables condiciones, como Güera, con quien comenzó todo, a quien rescató tras encontrarla atropellada en una avenida, y vio como se arrastraba y nadie hacia nada por ayudarla. Hoy a pesar del enorme reto físico y económico que implica la atención de su casa-albergue, aún rescata perros, sobre todo en el municipio de Chimalhuacán, en tono de broma dice que cuando tiene que ir "va con los ojos cerrados" para no regresar con decenas de ellos. El día de hoy se redujo el número de habitantes perrunos ya que hace unas semanas varios fueron adoptados en Canadá, incluida su perrita. Al preguntarle sobre el proceso que debe seguir las personas que quieran adoptar un perro de su refugio, enfáticamente dice que primero investiga de que delegación viene, ya que si vive en demarcaciones como Iztapalapa o Gustavo A. Madero, quedan descartados automáticamente, ya que dice que en esta alcaldías hay un alto índice de abandono, por lo que les cuestiona que sería más fácil adoptar uno de los cientos de caninos abandonados que rondan por sus colonias. Cristian es uno de los tres jóvenes que ayudan en el albergue, cuenta que a diario se tiene que lavar los patios en donde toman el sol, tiempo que aprovechan para limpiar sus camas, prácticamente todos los espacios de la casa están habitados por caninos. Él dice que lo más complicado y caro es alimentarlos, por eso cuando alguien quiere hacer una donación siempre sugieren alimento o dinero en efectivo para comprarlo, ya que alguna vez se quedaron sin recursos para darles de comer. Al finalizar la charla, Cristian muestra fotos de dos de sus perros que se fueron a Canadá, mientras convive con decenas de cuadrúpedos que intentan lamerle la cara. FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM