2 de agosto 2019
OTUMBA, ESTADO DE MÉXICO, 02AGOSTO2019.- En México quedan cerca de 300 mil burros, la cantidad parecería elevada pero si se considera que hace tan solo 30 años había cerca de 1 millón y medio de estos ejemplares, a este ritmo se podría pensar que en un futuro muy cercano solo quedaría el recuerdo de estos cuadrúpedos considerados como un símbolo de la mexicanidad, a pesar de ser originario de África. Los burros fueron utilizados desde su introducción al continente americano como animales de carga y en su momento desplazaron a los llamados “tamemes”, hombre indígenas que se dedicaban al transporte de mercancías y personas, su fortaleza y resistencia lo hicieron que se hiciera indispensable para realizar estas tareas. Pero a partir de la introducción de los vehículos automotores su utilidad productiva fue desechada, sobre todo en el ámbito agrícola en donde por siglos sirvieron para labrar la tierra, gran parte de su población terminaron en rastros clandestinos, hoy en día persiste la costumbre de muchos propietarios cuando ya no saben que hacer con ellos que los venden por tan solo 300 o 400 pesos para que sean sacrificados. Es por eso que la sociedad civil ha realizado esfuerzos para intentar conservar su especie, tal es el caso como, Burrolandia un santuario localizado en el municipio de Otumba, quien se jacta de ser la capital del burro y cada primero de mayo celebran el Día de Burro, en este sitio se dedican a rescatar, rehabilitar y darles un lugar digno a muchos burros que han sido maltratados por sus dueños y que quizás ya no tengan destino más que el rastro, así lo señaló Raúl Flores, uno de los administradores del lugar. Burrolandia se fundó desde 2006 y empezó con 10 ejemplares, hoy tienen casi 38 ejemplares, es que aún no confirman pero al parecer dos hembras están preñadas, para sostener este proyecto a diario ofrecen recorridos por sus instalaciones, que a lo largo de estos años se ha ido convirtiendo en parque temático dedicado a este equino, ahí se les informa de la difícil situación por la que esta pasando esta especie, su historia y sobre todo se les permite convivir con ellos, para que los conozcan o los puedan alimentar con zanahorias, ahí los visitantes podrán constatar que son animales extremadamente inteligentes y sociables. En el recorrido se podrán observar varios vehículos decorados con orejas o prominente dientes, figuras de papel mache alusivos al burro, pero un sitio muy especial es una de las paredes la cual tiene retratos de los ejemplares que fundaron este sitio, cuyo objetivo principal es desmitificar la imagen del burro, el cual por siglos solo se pensó como una bestia de carga necia, para darle paso a una nueva concepción de esta especie, y verlo como un animal lleno de virtudes, lealtad, cariño, inteligencia, y sobre todo como un excelente compañero. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM
Autor: Moisés Pablo Nava
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