20 de marzo 2021
CHERÁN, MICHOACÁN, 20ABRIL2021.- Adelaida tiene 30 años, es de origen purepecha y es madre soltera. Estudió sistemas computacionales pero decidió ser policía comunitaria. En Cherán generalmente está mal visto formar parte de la policía comunitaria siendo mujer, hoy hay solo seis. Ella decidió tomar este camino, asegura, motivada por el amor al bosque y al hecho de saber que está apoyando a su comunidad. Su familia, al principio, no estaba de acuerdo con su decisión, después la aceptaron, dice, al ver su firmeza y el cambio positivo en su vida. Adelaida trabaja turnos de 24 x 24 sin descanso, por lo que no tiene mucho tiempo para hacer una vida fuera de la policia comunitaria; en su tiempo libre decide aún así arreglarse, salir a ver tiendas, procurar a su familia y hacer labores del hogar. Confiesa que ejercer como policía comunitaria ha sido difícil en algunos momentos, los casos de detenciones son un ejemplo de esto, a veces los delincuentes se ponían muy violentos con ella, por eso, asegura que con el paso de los años, ha tomado más carácter. Adalaida asegura que los índices de delincuencia bajaron considerablemente y que durante la pandemia los delitos graves bajaron, aumentando en cambio las llamadas de atención por fiestas. De las cosas que más disfruta hacer es poder ir a ayudar a apagar incendios; cuenta que como guardia comunitaria tomas más conciencia de lo que significa cuidar el campo, los bosques, las tierras, y eso es lo llena su labor. Michoacán es uno de los estados más lastimados por la violencia en México. Debido a su riqueza maderera, el municipio de Cherán, en el año 2005, comenzó a ser objetivo de la tala de árboles inmoderada e legal por parte de grupos criminales, quienes llegaban a extraer de 100 a 150 camiones llenos de troncos por día. Como consecuencia, y a medida que la actividad delictiva aumentaba en la región, el ecocidio prometía la pronta escasez y la sequía inminente en los ojos de agua. Sumado a lo anterior, los criminales comenzaron a secuestrar mujeres y niños. Defendiendo los montes de la zona, la madrugada del 15 de abril de 2011, el pueblo de Cherán se levantó en armas para defender su bosque de los madereros expulsando de paso a la policía y los políticos. A partir de ese momento, Cherán pasó a autogobernarse por usos y costumbres, instrumentando un sistema de autoridades políticas y de seguridad propias, sin la intervención de partidos políticos, como forma de evitar divisiones al interior de la comunidad. Cada uno de los cuatro distritos eligió un representante para el Consejo del Pueblo; crearon puestos de control y seguridad y establecieron nuevas leyes comunitarias. El 13 de noviembre de 2011 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aprobó la elección del ayuntamiento bajo el sistema de usos y costumbres. Se calcula que el crimen organizado deforestó 17,000 hectáreas a partir de 2008. Actualmente, la comunidad de Cherán lleva reforestadas 3,000. Aunque Cherán recibe presupuesto federal y estatal, se reconoce y protege su forma de gobierno. FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM
Autor: Andrea Murcia Monsivais
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