4 de marzo 2016
CATEMACO, VERACRUZ, 04MARZO16.- Como cada primer viernes de marzo la ciudad de Catemaco, bien conocida por sus curanderos y misticismo a nivel mundial, celebra el Día de Brujos. En el centro de la ciudad todo se ve tranquilo, luce vacío pero en la colonia El Paraíso, el ahijado del diablo o brujo mayor Enrique Marthén, prepara en el patio de su casa la llamada misa negra donde afirman abrir portales que convergen energías negativas y positivas rindiéndole tributos animales a el diablo. Hay todo tipo de gente, desde adultos hasta niños que ríen y corren por el lugar como si fuera salón de fiestas, el ambiente está plagado de un aire dulzón y pesado por el sahumerio. Ya van 4 años seguidos desde que se realiza este ritual y los asistentes ya son en su mayoría reporteros, fotógrafos y videógrafos quienes se mueven con toda libertad por el pentagrama de unos 5 metros de diámetro que adorna el escenario, hay luces artificiales por todo el sitio y micrófonos para que los asistentes puedan recibir mejor las palabras de los protagonistas. Mujeres en poca ropa sostienen humos o botellas de licor, hay varias figuras de Luzbel y una jóven yace sobre la mesa principal donde explican que esta vez la misa trata acerca de la fertilidad y cómo a partir de ella se puede sanar. 7 gallinas y 1 chivo fueron degollados para absorber, según Enrique, toda enfermedad de los presentes; con la sangre derramada los asistentes son manchados en la cara, afirma que los animales no sufren pero las gallinas negras son frotadas con fuerza sobre el cuerpo de algunos hasta que su cuello se rompe y al chivo le cortan la garganta hasta que se desangra, situaciones por las que esta celebración ya financiada por el ayuntamiento ha sido criticada fuertemente. La actividad finaliza con danzas prehispánicas y 2 pentagramas satánicos que arden e indican el cierre del portal que los brujos abrieron a lo largo de la misa, la gente es invitada a la cueva donde yace un enorme diablo y a tomarse fotos del recuerdo mientras que otros levantan sus manos hacia el fuego y lo observan hasta que se extingue. De a poco se apagan las cámaras y los asistentes regresan a sus casas para dar inicio así al mes en que Catemaco es más visitado, desde políticos, actores hasta extranjeros que buscan en la magia resolver problemas o saciar su morbo ante este tema tan popular. FOTO: ILSE HUESCA /CUARTOSCURO.COM
Autor: Ilse Huesca
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