CANDELARIA, CAMPECHE, 06MARZO2024.- La enigmática zona arqueológica de El Tigre, conocida también por su antiguo nombre maya, Itzamkánac, se sitúa en el suroeste del estado de Campeche, dentro del municipio de Candelaria. Este sitio histórico sirvió como capital del cacicazgo maya de Acalán, un área que las crónicas del siglo XVI destacan como el mercado público más significativo del mundo maya. Sus impresionantes mascarones de estuco se llevan el protagonismo, mostrando características distintivas del período Preclásico Tardío. Los mascarones representan rostros humanos adornados con lo que parece ser gorros o cascos, además de presentar sobre las orejeras lazos o nudos entrelazados, símbolos del poder real atribuidos al Halach Uinic. Estas figuras, según interpretaciones de historiadores, podrían ser representaciones de los ancestros del linaje real del sitio, evocando la profunda conexión con sus raíces y el poderío de su civilización. Algunos investigadores sugieren que El Tigre pudo haber sido el escenario donde se llevó a cabo el sacrificio de Cuauhtémoc, el último tlatoani de México-Tenochtitlan. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM
CANDELARIA, CAMPECHE, 06MARZO2024.- La enigmática zona arqueológica de El Tigre, conocida también por su antiguo nombre maya, Itzamkánac, se sitúa en el suroeste del estado de Campeche, dentro del municipio de Candelaria. Este sitio histórico sirvió como capital del cacicazgo maya de Acalán, un área que las crónicas del siglo XVI destacan como el mercado público más significativo del mundo maya. Sus impresionantes mascarones de estuco se llevan el protagonismo, mostrando características distintivas del período Preclásico Tardío. Los mascarones representan rostros humanos adornados con lo que parece ser gorros o cascos, además de presentar sobre las orejeras lazos o nudos entrelazados, símbolos del poder real atribuidos al Halach Uinic. Estas figuras, según interpretaciones de historiadores, podrían ser representaciones de los ancestros del linaje real del sitio, evocando la profunda conexión con sus raíces y el poderío de su civilización. Algunos investigadores sugieren que El Tigre pudo haber sido el escenario donde se llevó a cabo el sacrificio de Cuauhtémoc, el último tlatoani de México-Tenochtitlan. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM
CANDELARIA, CAMPECHE, 06MARZO2024.- La enigmática zona arqueológica de El Tigre, conocida también por su antiguo nombre maya, Itzamkánac, se sitúa en el suroeste del estado de Campeche, dentro del municipio de Candelaria. Este sitio histórico sirvió como capital del cacicazgo maya de Acalán, un área que las crónicas del siglo XVI destacan como el mercado público más significativo del mundo maya. Sus impresionantes mascarones de estuco se llevan el protagonismo, mostrando características distintivas del período Preclásico Tardío. Los mascarones representan rostros humanos adornados con lo que parece ser gorros o cascos, además de presentar sobre las orejeras lazos o nudos entrelazados, símbolos del poder real atribuidos al Halach Uinic. Estas figuras, según interpretaciones de historiadores, podrían ser representaciones de los ancestros del linaje real del sitio, evocando la profunda conexión con sus raíces y el poderío de su civilización. Algunos investigadores sugieren que El Tigre pudo haber sido el escenario donde se llevó a cabo el sacrificio de Cuauhtémoc, el último tlatoani de México-Tenochtitlan. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM
CANDELARIA, CAMPECHE, 06MARZO2024.- La enigmática zona arqueológica de El Tigre, conocida también por su antiguo nombre maya, Itzamkánac, se sitúa en el suroeste del estado de Campeche, dentro del municipio de Candelaria. Este sitio histórico sirvió como capital del cacicazgo maya de Acalán, un área que las crónicas del siglo XVI destacan como el mercado público más significativo del mundo maya. Sus impresionantes mascarones de estuco se llevan el protagonismo, mostrando características distintivas del período Preclásico Tardío. Los mascarones representan rostros humanos adornados con lo que parece ser gorros o cascos, además de presentar sobre las orejeras lazos o nudos entrelazados, símbolos del poder real atribuidos al Halach Uinic. Estas figuras, según interpretaciones de historiadores, podrían ser representaciones de los ancestros del linaje real del sitio, evocando la profunda conexión con sus raíces y el poderío de su civilización. Algunos investigadores sugieren que El Tigre pudo haber sido el escenario donde se llevó a cabo el sacrificio de Cuauhtémoc, el último tlatoani de México-Tenochtitlan. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM
CANDELARIA, CAMPECHE, 06MARZO2024.- La enigmática zona arqueológica de El Tigre, conocida también por su antiguo nombre maya, Itzamkánac, se sitúa en el suroeste del estado de Campeche, dentro del municipio de Candelaria. Este sitio histórico sirvió como capital del cacicazgo maya de Acalán, un área que las crónicas del siglo XVI destacan como el mercado público más significativo del mundo maya. Sus impresionantes mascarones de estuco se llevan el protagonismo, mostrando características distintivas del período Preclásico Tardío. Los mascarones representan rostros humanos adornados con lo que parece ser gorros o cascos, además de presentar sobre las orejeras lazos o nudos entrelazados, símbolos del poder real atribuidos al Halach Uinic. Estas figuras, según interpretaciones de historiadores, podrían ser representaciones de los ancestros del linaje real del sitio, evocando la profunda conexión con sus raíces y el poderío de su civilización. Algunos investigadores sugieren que El Tigre pudo haber sido el escenario donde se llevó a cabo el sacrificio de Cuauhtémoc, el último tlatoani de México-Tenochtitlan. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM
CANDELARIA, CAMPECHE, 06MARZO2024.- La enigmática zona arqueológica de El Tigre, conocida también por su antiguo nombre maya, Itzamkánac, se sitúa en el suroeste del estado de Campeche, dentro del municipio de Candelaria. Este sitio histórico sirvió como capital del cacicazgo maya de Acalán, un área que las crónicas del siglo XVI destacan como el mercado público más significativo del mundo maya. Sus impresionantes mascarones de estuco se llevan el protagonismo, mostrando características distintivas del período Preclásico Tardío. Los mascarones representan rostros humanos adornados con lo que parece ser gorros o cascos, además de presentar sobre las orejeras lazos o nudos entrelazados, símbolos del poder real atribuidos al Halach Uinic. Estas figuras, según interpretaciones de historiadores, podrían ser representaciones de los ancestros del linaje real del sitio, evocando la profunda conexión con sus raíces y el poderío de su civilización. Algunos investigadores sugieren que El Tigre pudo haber sido el escenario donde se llevó a cabo el sacrificio de Cuauhtémoc, el último tlatoani de México-Tenochtitlan. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM
CANDELARIA, CAMPECHE, 06MARZO2024.- La enigmática zona arqueológica de El Tigre, conocida también por su antiguo nombre maya, Itzamkánac, se sitúa en el suroeste del estado de Campeche, dentro del municipio de Candelaria. Este sitio histórico sirvió como capital del cacicazgo maya de Acalán, un área que las crónicas del siglo XVI destacan como el mercado público más significativo del mundo maya. Sus impresionantes mascarones de estuco se llevan el protagonismo, mostrando características distintivas del período Preclásico Tardío. Los mascarones representan rostros humanos adornados con lo que parece ser gorros o cascos, además de presentar sobre las orejeras lazos o nudos entrelazados, símbolos del poder real atribuidos al Halach Uinic. Estas figuras, según interpretaciones de historiadores, podrían ser representaciones de los ancestros del linaje real del sitio, evocando la profunda conexión con sus raíces y el poderío de su civilización. Algunos investigadores sugieren que El Tigre pudo haber sido el escenario donde se llevó a cabo el sacrificio de Cuauhtémoc, el último tlatoani de México-Tenochtitlan. FOTO: MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO.COM
La zona arqueológica Chichén Itzá reabrió sus puertas esto tras diez días cerrado debido a bloqueos de ejidatarios, guías de turista y artesanos, el día de hoy se entablo una mesa de diálogo para atender sus demandas.
La zona arqueológica Chichén Itzá reabrió sus puertas esto tras diez días cerrado debido a bloqueos de ejidatarios, guías de turista y artesanos, el día de hoy se entablo una mesa de diálogo para atender sus demandas.
La zona arqueológica Chichén Itzá reabrió sus puertas esto tras diez días cerrado debido a bloqueos de ejidatarios, guías de turista y artesanos, el día de hoy se entablo una mesa de diálogo para atender sus demandas.
La zona arqueológica Chichén Itzá reabrió sus puertas esto tras diez días cerrado debido a bloqueos de ejidatarios, guías de turista y artesanos, el día de hoy se entablo una mesa de diálogo para atender sus demandas.
La zona arqueológica Chichén Itzá reabrió sus puertas esto tras diez días cerrado debido a bloqueos de ejidatarios, guías de turista y artesanos, el día de hoy se entablo una mesa de diálogo para atender sus demandas.
La zona arqueológica Chichén Itzá reabrió sus puertas esto tras diez días cerrado debido a bloqueos de ejidatarios, guías de turista y artesanos, el día de hoy se entablo una mesa de diálogo para atender sus demandas.
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Turistas recorren el Juego de Pelota en la zona arqueologica de Xochicalco.
Un hombre recorre la zona arqueológica de Xochicalco, al fondo se observa la barranca de la Hormiga y la sierra de Ocuilan.
Un joven se toma una foto a lado de la pirámide de Quetzalcóatl en la zona arqueológica de Xochicalco.
Pirámide de Tláloc en la zona arqueológica de Xochicalco, al fondo el cerro del Chumil, donde la empresa minera canadiense Álamos Gold pretende instalar una mina de extracción de oro a cielo abierto.
Turistas locales, nacionales e internacionales visitan la zona arqueológica de Xochicalco para realizar el ritual de bienvenida a la primavera.
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Turistas locales, nacionales e internacionales visitan la zona arqueológica de Xochicalco para realizar el ritual de bienvenida a la primavera.
Turistas locales, nacionales e internacionales visitan la zona arqueológica de Xochicalco para realizar el ritual de bienvenida a la primavera.
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Turistas se toman fotografías en la pirámide del sol de la zona arqueológica de Teotihuacán luego de su reapertura por segunda ocasión desde el inicio de la pandemia por covid-19 en el país.
Reflejo de la pirámide del sol de Teotihuacán en los lentes de un turista durante su visita a la zona arqueológica.
Turistas se toman fotografías en la pirámide del sol de la zona arqueológica de Teotihuacán luego de su reapertura por segunda ocasión desde el inicio de la pandemia por covid-19 en el país.
Silueta de turistas que se toman fotografías en zona arqueológica de Teotihuacán luego de su reapertura por segunda ocasión desde el inicio de la pandemia por covid-19 en el país.
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