VERACRUZ, VERACRUZ, 12MARZO2017.- Don Guillermo dice que sólo mezcla pero que lo importante radica en el secreto de la fórmula para lograr la esencia que se desea, sus manos vierten líquidos de tubos a envases, mide, agita y observa. Los años que lleva practicando este arte no son en vano, puede crear perfumes, lociones o agua de colonia dependiendo de la intensidad del olor que se desea; rosas, jazmín, lavanda, mezcla de hierbas o frutas, la lista es infinita y una opción económica para oler bien. Realiza su labor con gran maestría, de campesino a perfumero, nos demuestra con su historia lo que afirma, entre uno más camina más aprende y trabajo siempre habrá. FOTO: ILSE HUESCA /CUARTOSCURO.COM

VERACRUZ, VERACRUZ, 12MARZO2017.- Don Guillermo dice que sólo mezcla pero que lo importante radica en el secreto de la fórmula para lograr la esencia que se desea, sus manos vierten líquidos de tubos a envases, mide, agita y observa. Los años que lleva practicando este arte no son en vano, puede crear perfumes, lociones o agua de colonia dependiendo de la intensidad del olor que se desea; rosas, jazmín, lavanda, mezcla de hierbas o frutas, la lista es infinita y una opción económica para oler bien. Realiza su labor con gran maestría, de campesino a perfumero, nos demuestra con su historia lo que afirma, entre uno más camina más aprende y trabajo siempre habrá. FOTO: ILSE HUESCA /CUARTOSCURO.COM

VERACRUZ, VERACRUZ, 12MARZO2017.- Guillermo Núñez Rodríguez tiene 80 años de edad, desde hace 60 aprendió el arte de mezclar esencias con su suegra, es perfumero y el local en el que labora lleva 3 generaciones existiendo. Siendo agricultor, salió de su ciudad natal, Guerrero, para buscar nuevas opciones; la vagancia ilustra afirma mientras esboza una enorme sonrisa; a los 18 años llega a Veracruz y después de recorrer varios lugares termina su viaje en la ciudad donde conoce al amor de su vida. Comenzó a trabajar en el local acarreando cosas pero al mismo tiempo observaba cómo su suegra mezclaba los ingredientes secretos de una tradición que se ha perdido a lo largo de los años. "Antes era negocio, ahora todo mundo chotea la mercancía, te venden pura agua y creen que todos trabajamos así, además de que ahora prefieren perfumes de laboratorio". FOTO: ILSE HUESCA /CUARTOSCURO.COM

VERACRUZ, VERACRUZ, 12MARZO2017.- Guillermo Núñez Rodríguez tiene 80 años de edad, desde hace 60 aprendió el arte de mezclar esencias con su suegra, es perfumero y el local en el que labora lleva 3 generaciones existiendo. Siendo agricultor, salió de su ciudad natal, Guerrero, para buscar nuevas opciones; la vagancia ilustra afirma mientras esboza una enorme sonrisa; a los 18 años llega a Veracruz y después de recorrer varios lugares termina su viaje en la ciudad donde conoce al amor de su vida. Comenzó a trabajar en el local acarreando cosas pero al mismo tiempo observaba cómo su suegra mezclaba los ingredientes secretos de una tradición que se ha perdido a lo largo de los años. "Antes era negocio, ahora todo mundo chotea la mercancía, te venden pura agua y creen que todos trabajamos así, además de que ahora prefieren perfumes de laboratorio". FOTO: ILSE HUESCA /CUARTOSCURO.COM