SÓLO IMÁGENES AL DESNUDO

Era la mañana del domingo 6 de mayo de 2007. A las 4:30 horas, cerca de 19 mil personas -18 mil 872 para ser exactos- llenaban ya la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
Contrariamente a lo que tantos pensaron, la respuesta a la convocatoria del fotógrafo Spencer Tunick fue abrumadora. Muchos se quedaron fuera. Se había planeado todo perfectamente: la hora de la salida del sol, la suspensión de la misa de 7 en Catedral, los pendones que colgaban de los balcones de los edificios aledaños que contenían una explicación gráfica de la postura que debían adoptar los modelos participantes…
Pocos saben de lo que implicó esa toma fotográfica que rompió el propio récord de Tunick con respecto a la cantidad de personas desnudas que habría de retratar: permisos ante las autoridades (el asunto de la «aparición» de la bandera nacional en la imagen fue todo un tema), planeación de los equipos de producción, la limpieza perfecta del Zócalo, la instalación de baños provisionales, las vallas, las patrullas para cerrar el acceso… etc. con la colaboración de las autoridades del GDF y la aportación de voluntarios por parte de la UNAM.
Organizado por la Fundación Murrieta y Mireya Escalante -representante en México del fotógrafo- se decidió que había que dejar constancia del hecho. Pero se había prohibido explícitamente hacer fotos del evento (excepto por las del fotógrafo contratado para documentar el suceso por parte de los organizadores) así que se recurrió a las imágenes producidas por fotoperiodistas que lograron encontrar el modo -como siempre- de tomar las fotos de un hecho artístico, sí, pero también periodístico.
Marco Antonio Hernández, de la Fundación Murrieta, explica que solicitaron la colaboración de los periódicos -especialmente del Reforma- para conseguir las imágenes que dieran al libro un panorama más completo. Y como era la primera publicación sobre Tunick y querían que tuviera la posibilidad de adquirirse en diversos países, se optó por no usar palabras: sólo fotos.
«Lo dividimos por las horas en que sucedió», explica. «Es una narración muda para que lo vea cualquier persona en el mundo sin necesidad de leerlo».
El libro tiene fotos de Juan Marcos Castañeda, Sergio Bautista, Julio Candelaria, Carlos Figueroa, Héctor García, Gabriel Jiménez, Edgar Medel, Juan Ignacio Ortega, Yessica Sánchez y Juan Pablo Zamora.
Pasaron ya casi 7 años. Hoy el libro acaba de aparecer con el sello de la Fábrica de Arte de la Fundación Murrieta y empieza su distribución -a un precio de 269 pesos- en librerías como Gandhi y el FCE. También puede conseguirse en las oficinas de la Fundación, en Mérida 6 interior 101 en la Colonia Roma Norte, al teléfono 57056173 o al correo electrónico fundacionmurrietamexico@yahoo.com.mx

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