MÉXICO A TRAVÉS DE LA FOTOGRAFÍA

Fotógrafo no identificado Adolescentes Tarahumaras, Ciudad de Chihuahua, ca. 1890 Impresión a la albúmina Medida de Imagen: 14.3 × 10 cm Medida con soporte secundario: 17.5 × 11.3 cm © 430715 CONACULTA. INAH. SINAFO. FN. MÉXICO. Fondo Étnico
A través de esa delicadeza en las texturas, de lo amarillento del papel, de los espejos de plata que te invitan a imaginar la imagen, de los archivos reencontrados, del adentramiento a una tercera dimensión o de las copias hechas por la mano de sus propios autores, el Museo Nacional de Arte nos presenta esta retrospectiva de la historia de México a través de la fotografía, un recorrido a través de más de 300 piezas que datan desde la primera fotografía de la Catedral Metropolitana, en 1840, hasta los palimpsestos urbanos contemporáneos de Gerardo Suter.
Bajo una tenue luz, llegamos a vislumbrar, si nos acercamos con paciencia y curiosidad, rostros hieráticos que miran de frente, que mantienen los ojos bien abiertos en espera de quien los descubra con los suyos y los guarde en el pensamiento: encontrados en un granero de Connecticut, los daguerrotipos de la invasión norteamericana del ‘47 que tenemos enfrente ven, en esta exposición, por primera vez la luz pública y son solo una de las imágenes inéditas que nos promete la exposición.
La exposición, a inaugurarse este jueves 22 de agosto a las 19 horas en el MUNAL, muestra campesinos, obreros,  indígenas, niños y ancianos son los retratos decimonónicos que conforman una tipología del mexicano, pero también hay un registro amplio de la modernización de la Ciudad de México, con sus vistas  panorámicas de la ciudad (la primera panorámica hecha de la ciudad por Claude Désiré Charnay, la cual vale la pena ver pronto, ya que por su delicado estado de conservación solo estará exhibida las 4 primeras semanas de la muestra), su transición del campo a la ciudad, las urbanizaciones, la construcción de los grandes edificios, los comercios, las prostitutas, las fábricas y sus trabajadores, se manifiestan a través de las carte de visite, fotografías estereoscópicas, daguerrotipos, impresiones en papel salado, ferrotipos, albúminas, colodiones, plata/ gelatina y hasta la impresión digital, en una muestra que busca hablar de la evolución de la imagen fotográfica a través de las técnicas que la fueron desarrollando.
La “mexicanidad” vista a través de los ojos de los fotógrafos extranjeros, los primeros en llegar al país con el nuevo invento de Europa son los que dan esa identidad del mexicano y la perpetúan en el tiempo: Claude Desiré Charnay, Briquet, Francois Aubert, Maller, C.S. Fly, Juan Prelier, Alfredo Laurent y Ned Scot son algunos de los primeros en captar la ciudad y sus habitantes.
Jesús Crisóstomo, Julio Michaud, María Santibáñez, Antonio Garduño, Cruces y Campa, Aubert y más componen el primer conjunto de fotógrafos de la segunda mitad del siglo XX, para después ir evolucionando a negativos coloreados, y con la llegada de superficies fotosensibles más rápidas, la salida del estudio fotográfico a la calle, en los años 30 y con ello, un enorme paso a concebirse como autor, donde el fotógrafo ya no solo registra la vista, sino que indaga más incisivamente en el lenguaje.
En esta muestra colaboraron aproximadamente 35 colecciones, como el Franz Mayer, el AGN, el Museo de Arte Moderno, el archivo de Fundación Televisa, Fondo Olivier Debroise, Archivo Hermanos Mayo, pero también de colecciones del extranjero como la George Eastman House, el International Museum of Photography and Film de Nueva York y más, desembocan en una curaduría que tardó más de dos años en gestarse…
La pregunta es ¿cómo sintetizar 170 años de imágenes que nos hablen de la fotografía mexicana? “Las miradas son múltiples, lo que nos pareció es que si estamos hablando de una historia tendríamos que dar testimonio, lo que fue el espacio público y lo que es el espacio privado de la ciudad, lo que son los acontecimientos que tienen cierta relevancia pero también lo que caracteriza una época. Tienes que buscar en estas fotos algún tipo de síntesis o algún tipo de elocuencia que te permita encontrar eso”
La respuesta viene del curador de la muestra Sergio Raúl Arroyo, “algo que me pareció que teníamos que tocar era estas alternancias de la vida pública con intimidad, con los elementos de la vida de la ciudad, tienes la vida política pero otros elementos personales también”
“En realidad [los fotógrafos]  forman una parte, un elemento de la narrativa, de lo que la fotografía da a la historia, y la pienso también como una suma de miradas, que te permiten reconocer una época, una atmósfera social, un estado psicológico que permea una época…”
185 piezas de la muestra son vintage, alrededor de un 75% del total, agregándole un tono nostálgico y emotivo que nos habla, a través de la propia técnica, de las transformaciones en el lenguaje fotográfico y su evolución en el tiempo: objetos de extraños y únicos dignos de un coleccionista, como fotoesculturas de Rafael Coria, un libro original de Hugo Brehme, fotonovelas de autores desconocidos o álbumes con las estrellas del momento, daguerrotipos donde se huele su fragilidad o de tan antiguos uno imagina lo que no se alcanza a ver en la foto.
“Aprovechar las técnicas para contar la historia, aprovechar la visualidad que va cambiando conforme a las técnicas, la misma materialidad de la foto nos va dando una idea de cómo la memoria se conforma”, dice Arroyo.
En un lado más experimental de la foto, se encuentran Kati Horna, Enrique Gutman, Manuel Álvarez Bravo y Arno Brehme con fotomontaje o “rayogramas” íconos de la fotografía mexicana como Mariana Yampolsky, Graciela Iturbide, Juan Rulfo, Carlos Jurado o Tina Modotti, Nacho López, Héctor García o Lola Álvarez Bravo.
Maya Goded, Pedro Meyer, Francisco Mata, Alex Webb, Patricia Aridjis, Gerardo Suter en una etapa más contemporánea; o autores dedicados al fotoperiodismo como Enrique Metinides, Pedro Valtierra, Marco Antonio Cruz, Fabrizio León, Elsa Medina o Víctor Mendiola.
Aunado a las imágenes, una interesante sala multimedia dedicada a conocer y explicar la evolución de la técnica fotográfica, profundizando en procesos como la albúmina, el daguerrotipo, el colodión, el ambrotipo, woodburytipe,  platinotipo o plata sobre gelatina, además de incluir un app descargable a través de su página oficial y una sala de consulta bibliográfica, además de ofrecer visitas guiadas y un ciclo de cine caracterizado por la mirada sobre lo mexicano, titulado «México y la fotografía»
Buscando una asociación más temática y compositiva que autoral, que revise todas las etapas de la historia a través de la fotografía, esta es una exposición que todo amante de la fotografía no se puede perder.
La exposición está organizada por el Conaculta, el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Fundación MAPFRE, el MUNAL y Fundación Televisa, y permanecerá abierta al público hasta el 17 de noviembre en el Museo Nacional de Arte.

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