LAS SEÑORITAS MEXICANAS DEL SIGLO XIX


 
 
 

En el siglo XIX, ¡cuánto entusiasmo,

cuánto idealismo puestos en las cosas muy diversas!

¡Cuánta exaltación en la virtud suprema de la generosidad!

 
Con la convicción de que en las vastos universos de la fotografía nada germina con tanta satisfacción existencial que la lúdica aventura de compartir la creación de la exposición Presente amistoso dedicado a las señoritas mexicanas, constituye un panorama decimonónico, visual, histórico, documental y estético. La muestra se inaugura el  29 de noviembre del 2019, a las 12:30 horas y estará montada hasta el  31 de mayo de 2020.
En la singular muestra  “Jardín de la remembranza” es posible observar la presencia capturada, y preservada, de las bellas y delicadas señoritas mexicanas de las altas clases sociales, en la segunda mitad del Siglo XIX: motivos ineludibles de ensueño, de ilusión; la súbita, inesperada e invencible aparición del promisorio objeto del deseo.
Remembranzas construidas con imágenes originales, vintage, de nuestro Acervo: “aquellos lindos ojos, aquellos labios de rosa”, aquellas esbeltas líneas con meridianas cinturas de abril, difícilmente imaginables, de las que irremediablemente te prendabas y que te conducían a perseguir, sin tregua alguna, “el arte de orientar el amor”.
La muestra se encuentra conformada por los siguientes Corpus o ejes temáticos:
“La Gracia de los retratos antiguos” de las Señoritas mexicanas: Capturada por muy diversos autores, hacia la segunda mitad del Siglo XIX, en antiguos procesos y formatos: Daguerrotipos. Ambrotipos. Ferrotipos. Cartes de Visite. Tarjetas Cabinet, Promenade, Victoire, Boudoir, Imperial, y Vistas Estereoscópicas.
Creadoras de fotografía en México: Un muy selecto conjunto de obras originales, Vintage (alrededor de 50 imágenes), del legado fotográfico de autoras tales como: María M. Alatriste / Catalina Guzmán / Ana y Elena Arriaga / Guadalupe Montes de Oca / Vda. de Lorenzo Becerril  / Vda. de Maya / Hermanas Torres / Vda. de López Toral / María Santibáñez / Pilar Gordon / Natalia Baquedano / Hermanas Galindo / Esther Ramos Durand / Carmen Letona / Bernice Kolko / Rosa Rolanda / Mary Saint Albans, entre otras.
Las condiciones de las señoritas mexicanas hacia mediados del Siglo XIX: Algunos años después de la consumación de la Independencia, en una sociedad gobernada y diseñada por los hombres, tuvo lugar el surgimiento de los estereotipos que pretendían preparar a las señoritas, formarlas, modelarlas, como mujeres sumisas, abnegadas, respetables, respetuosas, guardianas de la virginidad y del recato, predestinadas al matrimonio, entregadas a la procreación y al cuidado de los hijos, a las tareas del hogar, y, todo ello, en el estricto marco de la religión católica, del preciso cumplimiento de los mandamientos y de los puntuales preceptos de la moral imperante.
En aquellos días, las doncellas no tenían acceso a los casi inexistentes, deficientes y limitadamente asequibles sistemas de instrucción formal destinados al “sexo débil”, lo cual hizo necesario el recurrir a otros instrumentos y vehículos de enseñanza que comunicaran “el arte de gobernar el hogar”.
La “edad de oro” de las publicaciones para señoritas: De acuerdo a estos propósitos, en el periodo que va del año de 1840 a 1850, fue introducido en México el esquema de los semanarios femeninos europeos, de los cuales provino la inspiración y la fórmula.
La idea rectora era la de apoyar y coadyuvar los incipientes procesos de alfabetización. Y, como la superior finalidad, lograr que la mujer, de los estratos socio culturales y económicos medio y alto, participara en el proyecto de construir, paso a paso, la identidad de la sociedad nacional.
Había, por tanto, que modelarlas, adecuadamente, ya que también tendrían que asumir significativas responsabilidades por lo que se refiere a los procesos de enseñanza e instrucción de las generaciones del porvenir
Los editores comprendieron que estas circunstancias representaban una nueva y atractiva oportunidad de comercialización. Así, aquellos vehículos impresos se fueron consolidando como solicitados transmisores de un heterogéneo abanico de conocimientos, configurado con un sencillo lenguaje, como un entretenimiento grato y didáctico.
 Este espacio temporal fue atinadamente llamado la “edad de oro” de las publicaciones para Señoritas, en la cual emergieron un amplio número de ediciones.
De esta manera, aquellos vehículos impresos se fueron consolidando como solicitados transmisores de un particular y heterogéneo abanico de conocimientos; nociones básicas de  historia natural, geografía y ciencias; manuales de urbanidad y buenas maneras; lecciones sobre cómo debía ser impartida la educación a los hijos; las artes de administrar la economía de los hogares; literatura de diversa naturaleza, poesías sobre el amor, con los aromas del romanticismo, obras de teatro, textos de entretenimiento y de moral, complementados por la inserción de lecciones de composición y dibujo: sencillamente… la instrucción configurada con un accesible lenguaje y como un divertimento grato y didáctico.
Presente amistoso dedicado a las Señoritas Mexicanas: Ignacio Cumplido -tal como nos narra Enrique Fernández Ledesma en su Historia Crítica de la Tipografía en la Ciudad de México -, “toma su turno y en el 47 lanza la primera versión –en cuanto a formato- de ese erguido monumento de gracia, de finura y de carácter, que se llama “Presente amistoso de las Señoritas Megicanas”, célebre en los fastos bibliográficos de mediados de siglo.”
En el año de 1852 aparece el segundo tomo del cautivador título, “que es, sin disputa, la más lujosa de sus publicaciones. Portada litográfica, concebida en oro y azul, de encuadramiento Luís XV. Texto levantado con uno de los más bellos tipos del célebre editor: el didot británico del más puro corte. Finísimos grabados en acero, de procedencia extranjera.”
El propósito había sido el de “introducir en México, cuanto sea posible aprovechar” de las aportaciones y novedades europeas en el campo de las publicaciones:  “recrear los espíritus, difundir la instrucción de manera agradable, y dar a conocer los adelantos de la litografía y del arte tipográfico”.
Finalmente, nos permitimos compartir la dedicatoria de uno de aquellos “Presentes amistosos”“Recibid, pues, nuestra obrita, como un verdadero presente de amistad; y si su lectura os es de alguna manera agradable; si vemos pintarse el placer en vuestros semblantes, cuando vuestros lindos ojos recorran nuestras pobres producciones, y si una ligera sonrisa, en fin, vaga por vuestros labios de rosa, en señal de aprobación, quedarán suficientemente recompensados nuestros trabajos”.
[Texto de  Jorge Carretero Madrid / Director y Fundador de la Fototeca Antica, A. C.] NOTA: Es importante señalar que para visitar la exposición es indispensable hacer cita, al teléfono 222 248 09 22. Fototeca Antica está ubicada en Camino de San Francisco 2-B. San José del Puente, en Puebla, Puebla. Redes sociales:
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