La Antigua Grecia llega a México

Por Anasella Acosta

Intento de violación de u sátiro a una ninfa, pieza que integra la muestra Cuerpo y belleza en la Grecia Antigua. © Iván Stephens/ CUARTOSCURO.COM

Mientras la profunda crisis económica de Grecia tiene en jaque a Europa, y el descontento social en esa nación por las severas medidas de austeridad es creciente, llega a México una visión que nos ayuda a recordar el esplendor y sabiduría del pueblo griego: Cuerpo y belleza en la Grecia antigua, exposición que reúne 116 piezas provenientes del British Museum, y que podrá ser vista a partir del 10 de noviembre en el Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec).

La selección de obra, realizada por el curador Ian Jenkins, va del siglo V al III antes de Cristo, y muestra la corporeidad de valores, creencias, miedos, fragilidades, apetencias y deseos del ser humano, de acuerdo con la visión griega de aquel entonces.

Las piezas, que integran la exposición con la que cierra el programa de exhibiciones internacionales de MNA en 2011, fueron agrupadas en 10 núcleos temáticos: El hermoso cuerpo masculino, Afrodita y el cuerpo femenino,  El cuerpo divino, Hércules: Superhombre, Atletas, Nacimiento, matrimonio y muerte,  Amor y deseo, Monstruos, Carácter y realismo y El rostro humano.

En un recorrido con la prensa, la directora de exposiciones del MNA, Miriam Kaiser,  explicó que esta exhibición llega a México para concluir su itinerancia por el mundo, la cual inició en los Juegos Olímpicos de Beijing,  evento para el cual fue realizada. Luego de su estancia en el Distrito Federal, que concluirá el 22 de enero de 2012, regresará a Londres, donde se realizarán los Juegos Olímpicos de ese año.

El Discóbolo o Lanzador de disco en mármol, copia del original en bronce,  da la bienvenida al visitante.  De acuerdo con Jenkins esta es una escultura donde la belleza del ser humano aflora “en todas sus acepciones”, una “construcción de un cuerpo lleno de balance, armonía  y belleza”, cualidades que permearon toda la escultura griega.

Vista frontal del Discóbolo. Foto, cortesía INAH

El curador explicó que los desnudos en esta cultura, a diferencia de otras, como la egipcia, están lejos de representar cuestiones negativas, como la esclavitud, por ejemplo. Para los griegos, dijo, la desnudez es símbolo de éxito, belleza, fortaleza, triunfo, todas cuestiones positivas.

En el caso de los desnudos femeninos, muchos de estoseran realizados para goce  privado, no eran expuestos, por lo que las representaciones emulaban a diosas o ninfas que inspiraban a sus propietarios en sus casa y baños, contó el curador,  y compartió la anécdota del hombre que se enamoró de  Afrodita y se encerró una noche con  ella para hacerle el amor, al día siguiente la  escultura tenía una mancha, todos intuyeron lo que había sucedido; el hombre lleno de vergüenza se suicidó.  Ésa, se cuenta, fue la venganza de la diosa por haber sido representada desnuda.

Otras piezas son muestra de la heroicidad, como en el caso de la pequeña escultura del gran Dios Zeus, comprada a un anticuario de Napoléon, quien la tomó como ejemplo  para emular sus actitudes.

Pero la belleza concebida por los griegos  fue más allá de la apariencia, explica  el curador de las salas de Grecia y Roma  del  British Museum, para alcanzar una belleza  con sentido moral,  que apuntaba a la idealización de las  virtudes.

La muestra también incluye fragilidades, voluptuosidades y deseos humanos  representados a través del cuerpo humano. Así  destaca la cerámica adornada con  una mujer que siembra  falos, titulada “Jardín poco corriente”, o la escultura “Intento de violación”,  en la que una ninfa intenta escapara de un sátiro o a “Eros tensando el arco”. Algunas esculturas griegas  destacan  por sus “composiciones complejas  previstas para ser vistas desde cualquier posición”.

La representación de la guerra también halla cuerpo en la vasija donde se ve a Aquiles  arrastrando el cuerpo de Héctor, o a Príamo siendo asesinado con el cuerpo de su nieto por el hijo de Aquiles, Neoptólemo.

El otro lado de la naturaleza, donde la fantasía se despliega en seres mitad humanos,mitad animales que  buscan inspirar el miedo y el horror, tiene lugar en esculturas como La  Esfinge con patas de león, alas de águila y cabeza de mujer, que en realidad son sólo representaciones de “la verdad del hombre”, de su carácter, su naturaleza, su destino y de la propia condición humana  en la que caben el caos, la debilidad y fragilidad del  alma del ser humano, comentó el curador.

Con Sócrates y sus ideas modernas, así como su búsqueda de la ”verdad  moral”, ya no sólo hallan lugar las representaciones de los dioses, sino de los individuos, de la vida  cotidiana. Así la escultura  griega forma al boxeador, a la nana, escenas de juego y de riñas, a los esclavos de origen africano, como ocurrió en el último periodo del arte griego, “en un mundo cosmopolita, derivado de las conquistas de Alejandro Magno”.

Otras  esculturas que el visitante podrá contemplar son la cabeza de mármol del dramaturgo Sófocles, la cabeza de Hera, representaciones  de Teseo y el Minotauro, Dionisio y un toque de humor con algunas esculturas de Sileno, el acompañante de Dionisio que es representado de  forma  bestial y feo, casi siempre  ebrio, de cuerpo deforme y “comportamiento sintomático de su libertinaje, en contraste con el ciudadano racional e ideal, cuyo cuerpo debía ser elegante y atlético”.

Cabeza del dramaturgo griego Sófocles que integra la muestra Cuerpo y belleza en la Grecia Antigua que estará abierta al público a partir del 10 de noviembre. Concluye el 22 de enero de 2012. © Iván Stephens/CUARTOSCURO.COM

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